¿Por qué no consigo dormirme si estoy cansado? La importancia de la higiene del sueño
- aregopsicologia
- 5 mar 2023
- 2 Min. de lectura
El sueño es la actividad más importante que realizamos a lo largo de nuestra vida. Si llegamos a los 90 años, habremos estado 60 años despiertos y 30 años durmiendo. Es decir, será la actividad más hemos realizado en esos casi 100 años.
Estudios recientes indican que alrededor de un tercio de la población padece anomalías relacionadas con su sueño. Además, parece que estos datos van en aumento debido al estrés al que estamos sometidos diariamente. Esto está llevando a un exceso de uso de fármacos para conciliar el sueño que, aunque no siempre solucionan el problema, suelen ser un parche temporal.
Dormir es un proceso fisiológico, cíclico, rítmico y de periodicidad circadiana, de importancia vital para el ser humano. Las repercusiones fisiológicas y psicológicas del buen descanso son cruciales para el mantenimiento de la salud, bienestar físico y psicológico. Para el desarrollo integral de las personas.
Existen diversas teorías acerca de las funciones del sueño, por ejemplo:
Restablecimiento o conservación de la energía.
Descargar cansancio acumulado durante el día.
Regulación y restauración de la actividad eléctrica cortical.
Regulación térmica, metabólica y endocrina.
Homeostasis sináptica.
Activación inmunológica.
Consolidación de la memoria.
….

Todo el mundo entiende que si no duerme bien una noche, las consecuencias las sufrirá durante el día, tendrá fatiga, irritabilidad, falta de concentración o pérdida de memoria. Pero también es cierto que si no estamos bien durante el día, pasaremos una mala noche.
Por lo tanto, el sueño a menudo determina nuestra calidad de vida, tanto física como psíquica, y muchas veces no valoramos lo bien que dormimos. Sólo el que duerme mal conoce el calvario que supone no lograr conciliar el sueño.
Pero, ¿qué puedo hacer para dormir mejor?
Existen numerosas pautas que podemos realizar para mejorar mi higiene del sueño:
Establecer horarios regulares: acostarse y despertarse todos los días sobre la misma hora.
Evitar consumir sustancias estimulantes como cafeína, nicotina o alcohol desde las 17:00.
Realizar ejercicio físico regularmente (evitar hacerlo al menos dos horas antes de acostarse).
Evitar realizar actividades estimulantes y excitantes antes de irse a dormir: Uso de móvil, portátil o similar, hablar por teléfono, ver la tele…
Tratar de crear un ambiente cómodo y adecuado para conciliar el sueño: temperatura agradable, evitar ruidos, ambiente poco luminoso, colchones y almohadas cómodas…
Cenar ligero, evitar digestiones pesadas. Aunque también hay que evitar irse a la cama con hambre.
Evitar que las siestas duren más de 30 minutos.
Tener una rutina antes de irnos a dormir: lavarse los dientes, la cara, echarse cremas, ducharse, tomarse una bebida caliente…
Si el problema persiste tras intentar todo lo anterior, te recomiendo pedir ayuda a un especialista.
De esta manera, podrás entender el motivo por el que estás teniendo problemas del sueño y cómo gestionarlo de una manera más específica; ya que para trabajar nuestra higiene del sueño, es importante gestionar las emociones del día a día.

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